Los Circuitos Termales reúnen en un mismo espacio una serie de elementos especialmente ideados para relajarse y conseguir un completo bienestar. El ambiente relajante del spa propiciará una desconexión total que te hará olvidar el estrés diario.
Beneficios de un circuito termal
Estos auténticos manantiales de salud suelen estar estructurados en forma de circuito ordenado en el que cada fase juega un valioso papel. Es habitual que la primera parte del Circuito Spa sea un baño en un jacuzzi o una gran piscina de hidromasaje de agua caliente en la que se disponen diferentes elementos que ayudan a potenciar el efecto curativo del agua. Estos componentes, ya sean cascadas, cuellos de cisne o chorros subacuáticos de agua a presión, ayudan a descontracturar los músculos y a aumentar la movilidad de las articulaciones, además de producir un placentero estado de relax. Esta fase relajante da paso al acceso a la zona de termas (saunas finlandesas, baños turcos, baños de vapor, etc.) que fomentan la sudoración, la dilatación de los vasos y la eliminación de toxinas. Una vez superadas estas fases, el cuerpo está en condiciones óptimas para recibir un tratamiento de belleza o salud, o bien para proseguir con el Circuito, que continuará con un contraste de temperatura en jacuzzis de agua fría, fuentes de hielo, duchas terapéuticas, pediluvios, etc. Un breve paso por estas instalaciones será suficiente para contrastar la acción de las instalaciones calientes, contribuyendo así a activar la circulación sanguínea. El recorrido del Circuito termina con una fase de reposo en un área tranquila del spa en el que puede haber turmbonas térmicas ideales para relajarse una vez finalizada la sesión.